Ya sabemos que algunas estrellas tienen un ego similar a sus cuentas bancarias… Pero hay algunas que exageran un poco.
En el número de mayo de la edición española de Vanity Fair, Lady Gaga hace lo suyo… Demostrando una vez más que la sencillez no es un traje que le queda a la medida.
“Tengo mucho talento. Me considero una de las mejores voces de la industria. Y además,
soy una de las mejores cantautoras. No puedo decir que sea una de las mejores bailarinas, pero soy bastante buena en lo que hago”, fue una de las perlas que paladeó la intérprete de Judas.
“Me he inventado a mí misma de pies a cabeza”, admite Gaga, reflexionando acerca de la intensa relación que lleva con sus fans, a quien apoda “little monsters” (pequeños montruos).
“Me veo reflejada en ellos” porque “yo también era ese tipo de persona, realmente mala, una inaptada social -de hecho, sigo siéndolo- escapándome de puntillas, yéndome a bares, tomando drogas y alcohol, relacionándome con hombres mayores y más jóvenes… Cualquier cosa que te imagines, yo la he hecho”, añadió.
“Sencillamente, era una niña mala. Y los miro a ellos y en cada espectáculo se ponen un poco más de perfilador, tienen un poco más de libertad y un poco más de: ‘Me importan una mierda los abusones de mi colegio’. Por alguna razón, los fans son los típicos seguidores de masas. Cada vez son más alternativos. Resulta muy extraño y emocionante”, añadió.
En el número de mayo de la edición española de Vanity Fair, Lady Gaga hace lo suyo… Demostrando una vez más que la sencillez no es un traje que le queda a la medida.
“Tengo mucho talento. Me considero una de las mejores voces de la industria. Y además,
soy una de las mejores cantautoras. No puedo decir que sea una de las mejores bailarinas, pero soy bastante buena en lo que hago”, fue una de las perlas que paladeó la intérprete de Judas.
“Me he inventado a mí misma de pies a cabeza”, admite Gaga, reflexionando acerca de la intensa relación que lleva con sus fans, a quien apoda “little monsters” (pequeños montruos).
“Me veo reflejada en ellos” porque “yo también era ese tipo de persona, realmente mala, una inaptada social -de hecho, sigo siéndolo- escapándome de puntillas, yéndome a bares, tomando drogas y alcohol, relacionándome con hombres mayores y más jóvenes… Cualquier cosa que te imagines, yo la he hecho”, añadió.
“Sencillamente, era una niña mala. Y los miro a ellos y en cada espectáculo se ponen un poco más de perfilador, tienen un poco más de libertad y un poco más de: ‘Me importan una mierda los abusones de mi colegio’. Por alguna razón, los fans son los típicos seguidores de masas. Cada vez son más alternativos. Resulta muy extraño y emocionante”, añadió.